martes, 4 de diciembre de 2012

Sexo: una actividad de la vida diaria ignorada


Hoy toca reflexionar sobre uno de los grandes olvidos cometidos por los profesionales que trabajamos con discapacidad o en rehabilitación. Presento el tema con una imagen de la Piramide de Maslow, donde podemos ver que en la base, las necesidades fisiológicas, se encuentra el sexo.


Si no se satisfacen las necesidades de base, lógicamente una parte de nosotros no se encontrará plena.
Permitidme que sea clara en mi lenguaje durante todo el post, no se trata de nuestra visión sobre el tema, si consideramos que un anciano por edad ya es un ser asexuado o que una persona con discapacidad intelectual no debe explorar y vivir una sexualidad plena sino de dar respuesta a las dudas, curiosidades y sobre todo necesidades del usuario, PERSONA, con la que trabajamos y por supuesto desde EL RESPETO Y LA CONFIANZA.
Es por tanto imprescindible, entablar una relación terapéutica de confianza y empatía con el usuario con el que trabajamos y guardar unos mínimos de intimidad para tratar el tema. De la misma manera, que si decide que no quiere hablar del tema no insistir.

El tema da para un post bastante largo, por lo que voy a orientarlo sobre todo a los pacientes con DCA, tal vez en otro momento lo enfoque a resto de situaciones clínicas que puedan afectar esta esfera. Os dejo para consulta en dichas áreas un blog sexualidadespecial.blogspot.com.es y un par de imágenes que demuestran que poco a poco el tema se va haciendo visible y la importancia de tratarlo.


















En cuanto al afectado de DCA, sabemos la multitud de secuelas que este puede presentar, desde físicas a cognitivas, conductuales, etc.... Considero absolutamente necesario, valorar cada caso como único, que lo es, teniendo en cuenta situación familiar, edad,
¿Que podemos encontrar y donde podemos intervenir? E importante también, ¿cuando y a quien derivar ?

1. Usuario sin afectación cognitiva pero si física: posturas adecuadas, cuidado de los miembros paréticos, por que no medidas para ahorrar energía, alternativas al coito. Si hay problemas en la deglución, contar con logopedia para ver si los besos con lengua pueden producir aspiraciones o no.
2. Usuario sin afectación física pero si cognitiva: Valorar sobre todo las alteraciones conductuales, el sexo no solo se afecta por defecto, si no también por exceso. Junto a los neuropsicologos y psicólogos  una terapia de conducta puede disminuir las respuestas sexuales no coherentes con el momento y la situación.  Cuando el déficit es de atención o memoria, tal vez la ejecución de la actividad sexual en cualquiera de sus formas, no se encuentra alterada, pero si la dinámica de pareja.
3. Usuario con ambas afectaciones. Dependiendo de la severidad de las mismas, combinando actuaciones de los anteriores ejemplos.

Uno de los grandes fallos de la intervención en DCA es obviar el funcionamiento de pareja si es estable, con el cambio que conlleva y con los pacientes jóvenes  la búsqueda y la iniciación en el tema que quizá ocurra una vez terminada nuestra intervención. No hay demasiados psicólogos  al menos según mi experiencia en los equipos y mucho menos sexólogos. ( os enlazo el interesantisimo documental Realidades ajenas,)

Al igual que olvidamos el efecto secundario de algunos fármacos recetados para las crisis comiciales. Los medicamentos antiepilépticos pueden afectar a la conducta sexual de varias formas: alteraciones en la fijación y el metabolismo hormonal y efectos directos sobre la función cortical. Los medicamentos antiepilépticos están relacionados con el aumento de los niveles de prolactinas y gonadotropinas, hormonas que pueden inhibir la conducta sexual,  haciendo que disminuya el interés y la excitación sexual en mujeres y hombres.
Es importante considerar medicamentos antiepilépticos alternativos, ya que un paciente puede tener problemas sexuales con una medicación y, sin embargo, tener una vida sexual completamente normal con otra medicación. Aquí entrarían los neurólogos para informar de los efectos de estos fármacos e intentar evitar la aparición de frustración y ansiedad en los usuarios y sus parejas si aparecen disfunciones sexuales.

Por lo que podemos considerar que todo el equipo que trata con pacientes con daño cerebral, desde los médicos a las auxiliares, somos parte integrante y responsable de facilitar una vivencia responsable y libre de la sexualidad de cada persona.  Al igual por supuesto en cualquier otro campo de nuestra intervención, HEMOS DE SER CONSCIENTES de que forma parte de la vida privada de cada uno y poco a poco ir dejando esa actitud paternalista o escandalizadora si algún usuario pregunta o  les "pillamos" en el disfrute de su sexualidad.
Nos queda mucho por recorrer empezando por verlo como un aspecto más de la rehabilitación y dejando a un lado nuestras ideas personales.
Os recomiendo también el cuaderno FEDACE nº 11, sexualidad y DCA, que puede descargarse desde internet: www.fedace.org y que cuando nos encontremos en una situación en la que seamos el profesional que pueda dar respuesta, valoremos la confianza que han depositado en nosotros y tratemos de ser igual de cuidadosos que cuando explicamos como movilizar una mano, por ejemplo. Y siempre, siempre, derivando si no sabemos a los psicólogos y sexólogos, o consultarlos como a Carlos de la Cruz Martín-Romo. Psicólogo y Sexólogo. Asesoría Sexualidad personas con discapacidad y  Natalia Rubio Arribas. Psicóloga, Sexóloga y Pedagoga. Profesora y Responsable Máster On Line en Sexología Universidad Camilo José Cela - Madrid. www.sexualidadydiscapacidad.es



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